Los factores a tener en cuenta para elegir el suelo de nuestra propiedad de alquiler, influyen el precio del piso, el clima de la zona o si la propiedad admite o no mascotas. La moqueta suele ser una opción menos costosa pero también más difícil de mantener. Los suelos de madera y baldosas pueden añadir valor posterior a la vivienda. En este artículo te contamos cuáles son las mejores opciones de suelos y las ventajas y desventajas de cada una de ellas.
Algunos factores que influyen en la elección del suelo de la propiedad: admite mascotas, precio del alquiler, ubicación y clima. En primer lugar, ofrecer a los inquilinos la posibilidad de incluir mascotas en la casa puede ser una buena forma de atraer gente y mayores niveles de ocupación. También significa que el suelo sufre más desgaste y por tanto requiere más mantenimiento, por lo que habrá que optar por suelos más duraderos como baldosas o madera dura.
El precio del alquiler es otro factor clave. Cuando alquiler a un precio alto, los inquilinos esperan las mayores calidades dentro de la casa. Esto incluye los mejores electrodomésticos, accesorios y también un suelo a la altura del precio. Dos opciones buenas para este tipo de propietarios son la alfombra de felpa o madera dura.
El clima y la ubicación de la casa también afecta a la elección del suelo. Las viviendas en zonas con altos niveles de humedad, son preferibles con suelos tipo baldosas o vinilo. Estas opciones ayudan a mantener la casa más fresca y son más resistentes a la climatología húmeda, ayudando a reducir el riesgo de olores y deterioro.
Tipos de suelos para propiedades de alquiler
- Vinilo y linóleo: Es una opción de suelo asequible, duradera y resistente a la humedad. Tienen un coste medio-bajo, duran entre 10 y 20 años y puede desvanecerse si se exponen constantemente a la luz solar directa o al calor.
- Moqueta: La moqueta puede ser rentable pero también requiere mucho mantenimiento y limpieza. La acolchada es cómoda y buena alternativa para climas fríos. Dura entre 7 y 10 años de media. Es fácil de manchar y puede retener olores con facilidad.
- Baldosas: Opción duradera y resistente, y óptima para lugares con climas cálidos y calientes. Puede ser caro pero generalmente la vida útil es mucho más larga. En algunas propiedades de alquiler pueden durar 50 años o más. Resisten manchas, arañazos y olores aunque no es una buena opción para zonas con climas invernales.
- Madera dura: Es la opción de suelo más popular en la mayoría de viviendas de alquiler. Tiene una buena duración, de unos 25 años. Se puede renovar o restaurar sin sustituirlo todo y puede añadir valor a la propiedad. Requiere un mantenimiento más regular para evitar deterioro.
- Laminado: Gran opción de suelo para los dueños que quieran darle a sus inquilinos el aspecto de baldosas o madera dura, sin el gasto añadido que esos suelos conllevan. Es más barato y fácil de instalar, pueden durar más de 20 años pero puede sufrir daños por agua si se instala en cocinas o baños.