En este artículo hablaremos de los pros y contras de los ingresos activos y pasivos. Y de los beneficios de obtener ingresos pasivos con los bienes e inmuebles. Los ingresos pasivos incluyen el dinero obtenido de los intereses, dividendos y alquiler de propiedades. Los activos incluyen sueldos por hora, salarios y comisiones. Un inversor puede generar tanto ingresos activos como pasivos, dependiendo de la estrategia de inversión utilizada.
¿Qué son los ingresos activos?
Son el dinero que se recibe por realizar un servicio y recibir un salario. Los ingresos generados por el trabajo por cuenta propia o particular en un negocio y recibir una remuneración son otras formas de ingresos activos. Para la mayoría de personas inmersas en el mundo de las inversiones, los activos se obtienen antes de poder generar ingresos pasivos.
¿Qué son los ingresos pasivos?
Suelen proceder de un activo que produce ingresos y en el que el inversor no participa activamente. Es el dinero que podemos recibir de forma recurrente o periódica, sin que tengamos que dedicarle una gran cantidad de tiempo o trabajo para conseguirlo.
Cómo generar ingresos con los bienes inmuebles
Los bienes inmuebles pueden generar ingresos activos y pasivos. El tipo de ingresos generados depende de la estrategia del inversor y de si el objetivo es generar ingresos potenciales a largo o a corto plazo.
Los ingresos pasivos son generados por los inversores que compran y los mantienen de dos maneras diferentes: los ingresos recurrentes una vez cobrados los alquileres y pagadas las facturas y los ingresos generados a partir del beneficio de la revalorización de una vivienda.
En definitiva, podemos afirmar que para la mayoría de inversores, los ingresos pasivos pueden ser mejores que los activos. La obtención de los pasivos mediante la inversión, tiene numerosas ventajas fiscales. También pueden ofrecer a los inversores, la oportunidad de beneficiarse de un tratamiento fiscal favorable y de una menor carga de impuestos.
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